Cómo comunicarse con los pacientes

La relación médico-paciente

Cómo comunicarse con los pacientes

A menudo la relación médico-paciente no es eficaz por una serie de términos muy técnicos que confunden el interlocutor. En realidad, establecer una buena comunicación interpersonal, mejorando las competencias comunicativas, puede llevar a lograr una clara mejora en el ámbito profesional.
Al igual que un médico de familia, también el odontólogo tiene que buscar una dinámica comunicativa flexible en función del tipo de paciente al que se dirija.
Establecer una buena comunicación significa obtener y disfrutar de toda una serie de ventajas, tanto para el paciente como para el propio profesional.

Una comunicación dental adecuada entre dentista y paciente se convierte en un momento en el que hay que tener mucho cuidado y no se limita únicamente al aspecto puramente odontológico del caso clínico, sino también a lo emocional y a lo físico. De hecho, no son pocos los pacientes que viven una visita al dentista con extrema ansiedad y, en algunos casos, con verdadero pánico.
Establecer con los pacientes una comunicación eficaz, capaz de resolver las dudas y de proporcionar las garantías necesarias del caso con responsabilidad y seguridad, mejora sin duda el estado emocional del paciente y como consecuencia, el del odontólogo.
La importancia del modo de relacionarse y del lenguaje que escoja el dentista permite, cuando es directo y eficaz, llegar al paciente de la forma deseada, haciendo que éste sea más responsable con las recomendaciones y las terapias que se le prescriben, además de disminuir la gran tensión que se asocia a la visita al dentista.

Además, una comunicación dental profesional pero comprensible reduce notablemente el número de demandas legales, a menudo derivadas de las expectativas frustradas del paciente en relación al tratamiento.
Cuando la relación odontólogo-paciente queda bastante clara de forma que resulta inmediata y comprensible para cualquier persona y está relacionada con la explicación de las terapias, estos inconvenientes vinculados a verdaderos errores pasan a ser del todo improbables.

Es conveniente y positivo por parte del dentista crear un clima de tranquilidad y serenidad en la consulta para que la comunicación pueda realizarse con claridad por parte del profesional y para que el paciente preste total atención.
Entre otras cosas, una comunicación eficaz de este tipo garantiza también una reducción de los episodios de desmotivación profesional, de los que a menudo son víctimas aquellos profesionales que no son capaces de establecer una conversación apropiada, no solo desde el punto de vista médico sino también humano.

Las personas empáticas tienen una mayor facilidad para realizar esta tarea comunicativa, ya que son capaces de detectar inmediatamente las sensaciones que experimenta el paciente, previniendo las objeciones de manera eficaz y reduciendo previamente un potencial estado de ansiedad.
Saber interactuar garantiza al dentista una relación de mayor confianza con sus pacientes que tenderán a confiar con mayor facilidad en sus palabras, asociándolas con autoridad y competencia.

Por lo tanto, la calidad del servicio odontológico no puede limitarse a los conocimientos teóricos y a la experiencia práctica del profesional, si no que debe complementarse necesariamente con una capacidad de comunicación inmediata y transparente para no crear falsas alarmas ni falsas expectativas.

28/06/2017

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